El caballero levantó la vista del periódico y miró a Carlota con curiosidad. -Señora- le dijo muy cortésmente-¿ha perdido usted el camino por casualidad?. Tenía una larga y lustrosa cola sobre la que se sentó, ya que La cepa del árbol estaba húmeda. A Carlota le pareció el caballero más educado y apuesto que habíaSigue leyendo «EL CUENTO DE LA OCA CARLOTA, POR BEATRIX POTTER.»