Podríamos ciertamente reproducir otras muchas historias análogas porque los verdaderos amantes de los gatos, es decir, las personas que consideran a éstos merecedores de estudio, podrían referirnos muchas historias acerca de sus hábitos y formas de vida. De todo lo antedicho se deduce que los gatos son merecedores de la amistad del hombre.